12 dic 2013

Cap. III: Las Bandas de Música en Centroamérica y El Caribe. La influencia gallega

por: Carlos Diéguez
(publicado en O Son do Pobo, nº 17. 2005)

De Río Bravo al Cabo de Hornos, España construyó un imperio desde que descubrió América y colonizó las distintas tierras, hasta que éstas se independizaron en el s. XIX.
En lo que la música de banda se refiere, los españoles hicieron llevar su música y costumbres, y un pueblo migratorio como el gallego influyó en gran medida.

Las Bandas en Centroamérica
Centroamérica no ha sido un destino de la emigración gallega, salvo México. Los músicos emigrantes del siglo pasado no vieron un porvenir aquí y emigraron a Sudamérica o Cuba.
El país con mayor tradición bandística es Costa Rica. En Panamá, la principal banda es la Nacional Republicana siendo ésta militar y con una gran influencia americana del país por su famoso y productivo Canal. En Nicaragua la banda militar es la protagonista con 60 músicos, frente a la municipal de Managua formada por menos de 30.
México cuenta con bandas siendo la influencia española notable en lo que se refiere a pasodobles, pero están más pensadas como “bandas de bailables” para interpretar música popular del país.

COSTA RICA

Los orígenes vienen dados  por los misioneros españoles en su labor de catequización indígena, propagando la religión católica, enseñando a leer y escribir e introduciendo la música en el país.
En la década de 1830, las bandas empezaban a formarse como bandas militares, siendo a partir de 1840 su consolidación definitiva.
El español José Martínez en 1845 fue contratado en San José para la enseñanza musical. Debido a que los españoles se les denominan “gallegos”, es difícil saber de la procedencia original de nuestros músicos. En 1920 destaca también César A. Nieto, como director en San José desconociendo también su región de origen en España.
La gran influencia en este país, más que la propia española, vino dada por músicos belgas, alemanes, italianos,… que viajaban a América y se establecían en el país.
 Desde 1950, con la extinción del ejército las bandas dejan de ser militares pasando ahora a ser civiles bajo el Ministerio de Seguridad Pública hasta que en 1972 pasan a manos del Ministerio de Cultura. Existen en la actualidad siete bandas profesionales en el país coordinadas mediante la Dirección General de Bandas que rige las políticas y actividades a desenvolver en cada banda.
La Banda Nacional de San José, por ser la banda de la capital, desempeña la función que en España harían las bandas militares, como actos de protocolo con presidentes, ministros, embajadores,.. En la actualidad esta banda cuenta con 45 componentes. Muy lejos queda la época de 1860, donde Manuel María Gutiérrez (autor del Himno Nacional) en 1864 se desplaza a Europa para comprar material para las bandas del país, adquiriéndolos más tarde  de la fábrica de Adolph Sax. O la época de 1911 donde el director belga Juan Loots, contaba con más de 80 músicos, con la novedad de 2 contrabajos, 4 trompas, familia completa de clarinetes con 2 clarinetes bajos, los instrumentos inventados de Adolph Sax;… toda una formación a la altura de cualquier banda europea de la época, donde la lleva de gira por Panamá en 1912, creando además en esta época la primera Orquesta Sinfónica del país.

El archivo de la Banda Nacional de San José, es único a nivel americano. Creo que debería estar mejor cuidado, pero lo que allí se encuentra es increíble. La Banda sobre 1880 estaba adscrita a la revista mensual publicada en Bruselas “El metrónomo”, con lo que gracias a ella contaba ya con más de 60 fantasías. Así mismo con los viajes a Europa, consiguieron tener el mismo repertorio que tocaba la Banda Nacional Republicana de Francia, y ya en 1911 con la adquisición en Bélgica de más de 100 obras, la Banda contaba con un extenso repertorio. Si a eso se le añade  ediciones desde 1901 de la Carl Fischer de Estados Unidos y la música de zarzuela, a parte de la música costarricense, se puede considerar que pocos archivos en aquella época, fueran tan extensos. Con el tiempo se han ido repartiendo las obras entre las siete bandas profesionales y como en todas las bandas, ha desaparecido mucho material. Uno puede encontrar obras editadas para banda  desde 1865 de: Leroux, Meyerbeer, Delayé, Langlois, Dessané, Wilson, Grainger, Mascagni, Delibes, Holst, Laló, Berlioz, Saint-Saens, Elgar...
Así como dedicadas a España como: El Tributo de Zamora de Gounod, o El Cid, Don César de Bazán o La Navarresa de Massenet.
Las obras gallegas o dedicadas a Galicia que se encontraban anteriores a mi viaje por este país son: La Leyenda del Beso de Soutullo y Vert, Alborada Gallega de Pascual Veiga y el pasacalle de la zarzuela de género chico, La Chula de Pontevedra de Luna y Brú.

Las Bandas en el Caribe
El país donde mayor emigraron los españoles en el Caribe fue Cuba. Los demás países caribeños no tienen tradición bandística. Existen bandas pequeñas, que fueron introducidas por los cubanos en República Dominicana, o Haití gracias a un programa de desarrollo cultural para el país. Puerto Rico, como país asociado a EE.UU, cuenta con una gran influencia de la formación americana o las marching-bands.

 CUBA

 La génesis hay que buscarla en la Villa de San Cristóbal de La Habana (1514-1519). La ciudad desde el s. XVII estaba rodeada por un cinturón de piedra; las murallas, más allá en la zona extra-mural. En 1774 el Marqués de la Torre, decidió edificar un paseo elegante de uso social, viendo la luz así el Nuevo Prado, émulo del madrileño. Allí se daban cita los habaneros, que paseaban al compás de cinco bandas. Nace así, una de las tradiciones más antiguas de Cuba: Las Retretas.
Las bandas fueron introducidas en Cuba por los españoles, por lo que en sus primeros años la mayoría de sus componentes eran de esta nacionalidad. A finalizar la guerra de 1895, comenzaron a formar parte los músicos cubanos. En 1898, Cuba se independiza de España.

La primera banda (como la entendemos hoy), la Banda del Cuerpo Municipal de Policía de La Habana fue creada en 1899, por Guillermo Tomás, aunque este privilegio lo disputa también Bayamo por haber estrenado el Himno Nacional antes. Con la llegada del s. XX, la banda amplía sus actividades en la ciudad y giras por Boston, New York,… gravando sus primeros discos en 1919 con la Columbia.
En la neo-colonia aumentó la cantidad de Bandas sobretodo en las capitales de provincia afrontando durante esos años reajustes de presupuesto en un período de conmociones sociales como consecuencia del auge de los movimientos revolucionarios, debido al alto grado de corrupción existente en el país.
En los logros alcanzados por esta banda tuvo que ver la figura del gran músico cubano D. Gonzalo Roig el cual hizo frente a la propuesta de desintegrarla en la década del 40, posteriormente ampliando los instrumentos en la entonces Banda Municipal de La Habana y en el resto de las del interior. En 1965 la nueva estructura política y administrativa delimita lugar y nombres de éstas. Así la banda dirigida por Roig pasa a denominarse Banda Nacional de Conciertos y se estructuran las del interior, funcionando algunas como Bandas Provinciales de Concierto, como la de La Habana fundada en 1968.
En todo este tiempo, muchos músicos gallegos contribuyeron a que las bandas cubanas interpretasen música española y la gallega en especial. Supieron llevar con el dolor de la emigración, la alegría de su música.
Algunos llegaron a componer en Cuba, como el soberino Antonio Rodríguez cuyas algunas de sus obras, muchas sobre motivos gallegos, en los años 30 según la Sociedad de Autores Cubanos fueron las más interpretadas en Cuba. Ninguna es conocida en Galicia y en Cuba que se sepa solo se conserva la “Suite Elegiaca” en el archivo de la Banda Nacional.

Listado de obras gallegas y de autores gallegos (no la temática de la obra) que se conservan en los archivos de la Banda Nacional de Conciertos de Cuba y en la Provincial Ciudad de La Habana en la actualidad:


TÍTULO
GÉNERO
AUTOR- ARREGLISTA
Alcalá Don Lugueses
Canción
Gustavo Freire-Gonzalo Roig
Miña nai
Canción
Gustavo Freire-Gonzalo Roig
Homenaje a Rodríguez Soto
Pasodoble
Camilo Pérez y Pérez
Viva Galicia
Pasodoble?
Joaquín Zon González
La Corte del Faraón
Zarzuela
Soutullo
La Leyenda del Beso
Zarzuela
Soutullo y Vert
La fiesta de mi pueblo
Jota
Soutullo
Noche de amor
Vals
Soutullo
O bico da Maruxa
Muiñeira
Soutullo
Puentareas
Pasodoble
Soutullo
La Baturrica
Muiñeira
Soutullo y Andreu
A Caturla
Marcha
Bernardo Gulín
A Santa Bárbara
M. Procesión
Bernardo Gulín
Angelillo
Pasodoble
Bernardo Gulín
Elegiaca
Suite
Antonio Rodríguez
Muiñeiras y jota
Muiñeira-jota
A. Parada Lagada
Saludos a Lugo
Pasodoble
Groba
Alborada gallega
Alborada
Pascual Veiga
Alborada gallega
Alborada
Juan Montes
Himno regional de Galicia
Himno
Pascual Veiga

Del madrileño Luis Araque, autor de Anaquiños d`a Terra, se conservan los pasodobles: Sangre Hispana y Pasodoble triste.

Es posible que las pocas obras que se conservan en los archivos de las bandas desaparezcan con el paso del tiempo. Muchas se desconocen en Galicia y otras tantas con el paso de los años en Cuba. Debido a préstamos de material, a los problemas para copiar la música,… estas partituras han ido pasando de manos en manos durante tantos años, que en la actualidad se tienen datos de que se compusieron e interpretaron, pero se desconoce su paradero.

El Instituto Cubano de la Música, desde el departamento de Desarrollo Artístico en especial, me ha mostrado toda su voluntad de cooperación en lo que se refiere a la recuperación de la música gallega, mucha de la cual sólo se conserva en Cuba. Así mismo a través de una carta dada a mi persona y dirigida al presidente del IGAEM, ponen de manifiesto su voluntad de cooperar con el Instituto Gallego de Artes Escénicas y Musicales de Galicia y con la Federación Gallega de Bandas.
Espero que en un futuro todo ese material desconocido pueda ser recuperado y editado en Galicia independientemente de su nivel compositivo.

Agradezco sinceramente su colaboración tanto por los datos proporcionados para este artículo así como por su invitación de dirigir las bandas y por el trato recibido a  D. Mario Solera, director general de Bandas de Costa Rica, a D. Juan Bautista Loaiza Mayorga, director de la Banda Nacional de San José, a la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, a D. Esteban Quesada Calderón, especialista del Instituto Cubano y director de la Banda Ciudad de La Habana, a D. Rafael Díaz Carter, subdirector de la Banda Nacional y Provincial de la Habana, al Instituto Cubano de la Música, al Museo Nacional de la Música de Cuba y a tantos músicos que pude conocer y que me brindaron una acogida excepcional.

Carlos Diéguez Beltrán
 © 2005